LOS ARCADES MAS BIZARROS I
A medida que el mundo de la emulación me va mostrando cada vez, más títulos jamás por mi conocidos en la recreativa física, me voy convenciendo con mayor firmeza de cómo se ha ido evaporando la imaginación de los desarrolladores de juegos con el paso de los años.
Con esto no quiero decir en absoluto que ahora no se tenga imaginación actualmente; para nada. Pero sencillamente, es muy probable que ya se hayan marcado los géneros. No obstante, es cierto que el realismo, es el emperador que gobierna a todos los juegos actuales. Véase los Sims, Metal Gear Solid, Tomb Raider etc… Cierto es que algunos juegos como Quake 3 arena, aún tienen algún tipo de “toque surrealista de los 80” con determinados detalles; como por ejemplo el que uno de los jugadores sea un Ojo, con patas y un arma bestial colocada encima. Pero no obstante, Quake 3 es una de las pocas excepciones. La fantasía, sigue siendo gobernadora en los juegos actuales; pero aunque no deje de ser fantasía, cada vez es una fantasía “mas real”. Pero ahora, os voy a comentar cuatro títulos, que no solo eran imaginativos o fantásticos sino que llegaban a extremos surrealistas.
La dinámica del juego era muy semejante, salvo por el hecho de que lo que manejabas, era UN OJO. Si y un ojo con sombrero además.
¿Qué demonios se le estaba pasando por la cabeza al desarrollador de este juego, cuando surgió la idea de Eyes?, ¿porqué un ojo?. Y no solo eso, sino que además, te enfrentabas a otros ojos; estos ya sin sombrero claro.
Supongo que el bueno siempre lleva sombrero y si no, mirad Indiana Jones…
El juego era muy parecido al Pac Man, aunque tenía pequeñas variantes, que hacían que el juego no resultase una copia barata de nuestro ya popular disco amarillo. Eyes, podía disparar a sus enemigos y no solo podía disparar a sus enemigos, sino que además también tenía que disparar a esos extraños elementos del laberinto que podréis ver en la imagen adjunta más abajo.
Solo hasta que lograbas hacer desaparecer todos los objetos, podías pasar al próximo nivel.
Pero vamos a profundizar un poco más en el surrealismo. Si un ojo, puede ser el protagonista de un arcade ¿Por qué no lo iba a ser también un cactus?. Tal y como lo escucháis; UN CACTUS.
El título Sabootem Bombers mucho más moderno “ya avanzados los 90” llegó a las recreativas protagonizado por dos simpáticos cactus, que disparaban bombas. Uno verde y otro rojo.
El juego seguía una dinámica semejante a la del Show Bross, aunque también, tenía algunos toques personales para no resultar idéntico. Esta vez, tirabas las bombas directamente; las cuales comenzaban a rebotar de forma descontrolada por la pantalla. Si tocaban a algún enemigo, lo enganchaban y seguían botando con el atrapado, hasta explotar; pero ¡OJO! Tú también te podías ver atrapado y si explotaba contigo dentro, también eras víctima de tu propio ataque.
No obstante, los gráficos de este título resultaban ser mucho más avanzados y atractivos, que los de títulos como Show Brothers o Tumble Pop. Los enemigos, también podían ser otros cactus y cosas más inverosímiles aún; como las estrellitas multicolor que podréis ver. De nuevo la pregunta ¿Por qué cactus?
Pero si esto ya resultaba inverosímil, vamos a rematar el asunto con otro nuevo título surgido bajo el nombre de Flowers. ¿Sorprendidos verdad?, ¿un juego de flores eh?, ¿a que si?, ¿a que mola?, pero seguro que seguís sin poder haceros a una idea de que tipo de juego se puede tratar.
Pues os lo voy a decir. Flower, era un matamarcianos, del tipo Galaxian. En el ibas con una nave corriente, disparando a… ¡FLORES!. Eso es; Flores. A lo largo del juego, iban surgiendo del espacio exterior flores invasoras.
Claveles, margaritas, tulipanes etc… caían descontrolados como asteroides, amenazando con destruir la nave que controlabas. Otra vez… puede que me repita pero ¡¡¿POR QUE FLORES?!!, ¿Qué relación o que mente pudo establecer la relación entre el espacio exterior y gigantescas flores asesinas?. Daría millones por mantener una conversación con cualquier desarrollador de este juego.
El principal problema de este juego, es que uno tarda bastante en asimilar el hecho, de que está matando flores. Si tenéis la oportunidad de probar el juego, notaréis que resulta muy fácil distraerse, cuando lo que te está cayendo resulta ser un clavel azul, en vez de un marciano agresivo y ferozmente amenazador.
El juego como matamarcianos está bastante bien. Puedes mejorar tu disparo e incluso obtener una nave auxiliar que te ayuda a disparar con mayor intensidad. Pero no me las puedo quitar de la cabeza… esas flores… ¡¡¡flores!!!
Por supuesto y como buen matamarcianos que era, el juego también tenía su malo final en cada pantalla al que debías destruir.
Ni que deciros el ataque de risa que me entró la primera vez, que vi surgir del espacio exterior un gigantesco girasol, terrible y devastador…
Pero la cosa no acaba aquí. El último título que os voy a comentar, mas que surrealista resulta ser original. Esta vez surgió bajo el nombre de Dr. Sparkz, de nuestra gran diosa ATARI.
En el juego Dr. Sparkz nos encarnamos en un tipo que le mola el rollo ese de jugar al doctor Frankenstein. Esta vez, se trata de un arcade clónico del tetris, cuya finalidad del juego es muy semejante… pero a la vez original.
Se trata de crear un monstruo artificial, al que debemos dotar de vida. Realmente es un juego bastante ingenioso dado que mezcla, al clásico Tetris con otro título algo menos conocido pero también muy popular El Pipe.
A lo largo del juego, vamos recibiendo diferentes piezas semejantes a tuberías. Con diferentes piezas de este tipo, debemos ir uniendo los dos tipos de venas, para que la sangre roja, llegue hasta la parte donde está la sangre azul. Cada vez que logramos conectar un circuito sanguíneo, obtenemos una ¿línea? ¿Vena? Y todo ese circuito que hayamos logrado desaparecerá; para darnos un punto más al marcador.
Cuando conseguimos realizar un número determinado de conexiones, logramos crear un componente más de nuestro monstruo artificial, que como se ve en la imagen, resulta ser además un monstruo femenino.
No obstante aquí no acaba la cosa. Existen muuuchos títulos de arcades “sobre todo los más antiguos” que sobrepasan los límites del surrealismo y la imaginación. Así que si os ha gustado el artículo, no os preocupéis pequeños, habrá más…